Después de estar aquí,
gozándonos en ti,
nuestro corazón,
no puede ser igual.
Hoy quiero agradecer,
por tantas bendiciones;
por tu gracia que inmerecida es.
Gracias Señor, por tu bondad,
tu fidelidad, que siempre nos das.
Me has llamado a ser, Señor,
ejemplo de los fieles.
Que tu Espíritu nos guié,
de tu amor, poder hablar.
Del gozo y la esperanza
de su rostro contemplar.