La alegría está en el corazón,
de aquel que conoce a Jesús.
La verdadera paz está en aquel
que ya conoce a Jesús.
Un sentimiento más precioso,
que viene de nuestro Señor.
Es el amor, el amor
de quien conoce a Jesús.
¡Aleluya, Aleluya!
¡Aleluya, Aleluya!
Un sentimiento más precioso,
que viene de nuestro Señor.
Es el amor, el amor
de quien conoce a Jesús.