Atráeme hacia ti, no me dejes ir,
otra vez me rindo a ti, para oír
que tu amigo soy. Mi anhelo eres tú,
nadie más será; Pues nada puede reemplazar.
El tierno abrazo que me das.
Guíame Señor vuélveme hacia ti.
Tú eres Señor, todo lo que he querido.
Hazme saber, que estas cerca de mí.